Pickles, el héroe del 66
Pickles, el héroe del 66
Corría marzo del año 1966, meses previos al mundial de Inglaterra. La copa Jules Rimet (antiguo trofeo de la copa del mundo), estaba situada en una exposición en la ciudad de Londres. Era la exposición de filatelia Stampex de Stanley Gibbons, se estaba realizando en el Methodist Central Hall de Westminster.
Todo empezó cuando se solicitó al presidente de la FIFA, Stanley Rous, que dejase el trofeo para la exposición. Él aceptó, a cambio de que la copa estuviese bajo vigilancia en todo momento durante el transporte y en la exposición estuviese guardada en una vitrina protegida con un candado de seguridad.
Por malas gestiones de la federación inglesa, la copa no estuvo vigilada de la forma que exigió la FIFA, y ocurrió la catástrofe. Según algunas fuentes de la prensa inglesa, el ladrón del trofeo entró mientras se celebraba una misa en el lugar de la exposición y luego se marchó por la puerta trasera del recinto.
Un par de días después del robo del trofeo, los ladrones llamaron al presidente del Chelsea FC y le dijeron que en Stanford Bridge había un paquete. En el paquete había un papel en el que pedían 15000 libras y una pieza de la copa.
Tras una búsqueda incansable de la policía, el trofeo apareció unas semanas después. El que lo encontró fue el perro de un ciudadano. El dueño pensaba que sería una bomba o un arma del IRA, sin embargo, al abrirlo se dio cuenta de que era la Copa Jules Rimet.
El perro se llamaba Pickles y es considerado el héroe de ese mundial, que acabó ganando Inglaterra. Le nombraron “Perro del año” y “una medalla de plata de la Liga de Defensa Canina”, además lo invitaron a la celebración de la selección tras ganar el mundial.
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